11 oct 2013

Textos de Sala | Exposición individual de Antonio Domínguez: El Monstruoso Cotidiano




Desde el surgimiento del concepto de Museo en el siglo XVIII, la mayor misión de este es el resguardo de los acervos culturales de las naciones, para de este modo lograr su difusión, proyección y la concreción de en un imaginario cultural nacional. Estos espacios son parte medular de la estructura del Arte, por ello la colaboración entre estos y los artistas ha estado siempre marcado por una profunda simbiosis en la cual el punto coyuntural es la generación de una cultura que vaya de la simple contemplación a la delectación intelectual. Esta conjunción de trabajo institucional y creativo determina el modo en que un país se proyecta en sus prácticas visuales y da la posibilidad de crear espacios de discusión donde todos los públicos sean capaces de encontrarse.

Por ello la importancia de reavivarlos es fundamental tanto para sus directores como para los artistas. De este modo, el presentar obra contemporánea dentro de sus salas es de vital importancia, pues sólo de esta manera los espacios volverán a darle cultura a un país en donde la cultura es sometida a profundos estrangulamientos, país que sin embargo se caracteriza por una fuerte y arraigada creación plástico-visual, ejemplo de ello es la obra que hoy se muestra en estas salas, series gráficas que son producto del arduo trabajo, reflexión y producción del artista Antonio Domínguez, quien siempre ha mostrado una impresionante y virtuosa calidad técnica, que por medio de la manera en que observa la realidad y la interpreta las lleva de lo onírico a lo imaginarias llegando a lo realista, todas ellas reflejan muchas de las  preocupaciones del andar cotidiano en una ciudad caracterizada por la heterogeneidad de su sociedad.

Estas piezas nos dejan entrever como los hechos cotidianos de trasladarnos de un lugar a otro son una suerte de  reflejo de las problemáticas psicosociales de los ciudadanos de esta urbe, el encontrar personajes cuasi irreales pareciera no ser sorprendente, sin embargo, bajo la reflexión gráfica que Antonio nos entrega, nos permite reflexionar sobre nuestra condición de sujetos y cuestionarnos sobre nuestra identidad y la forma en que nos relacionamos en estos no lugares como: el metro, el camión, el metro bus o el pesero.

Cada una de las piezas es el resultado de una fuerte disciplina que Antonio tiene, pues soy testigo de cada uno de los pasos y procesos que se llevan a cabo para la obtención de estas piezas, pero más allá de sus sorprendentes habilidades y destrezas dibujisticas, Antonio lo que busca es ser relator de su sociedad a la manera en que Goya, Ensor o Daumier, de la misma manera pone en tela de juicio todas aquellos caracteres propios de la sociedad; busca y logra ser el artífice que devela las malevolencias de lo social y pone sobre la mesa aquellos males que aquejan nuestro diario cotidiano.

Antonio, nos brinda la posibilidad de ver en el arte la vida cotidiana, como un aderezo de la cultura que busca cuestionar la posibilidad de la identidad de un país con profundas heridas sociales, pues cree, como muchos de nosotros, que el arte solo tiene la posibilidad de su existencia si se vincula con lo social, es decir, busca por medio arte hacer pensar, sentir pero sobretodo busca que nos encontremos en cada una de estas imágenes.

Antonio, es un intelectual comprometido no sólo con su quehacer gráfico, sino con la cultura de este país, pues gracias a él muchos grabadores y artistas nos hemos nutrido de sus conocimientos y hemos creado a su lado la posibilidad de hacer del arte un espacio en donde la vida y el arte se encuentren, pues sólo el arte tiene la posibilidad de determinar construcciones en donde entendamos a la sociedad en todos sus aspectos.

Sin mayor preámbulo, lo único que me queda es felicitar a Antonio por todos estos años de profundo compromiso, pero sobre todo quiero mostrar mi admiración por tan profunda reflexión que hoy nos entrega en el MONSTRUOSO COTIDIANO.


MTRA. TERESA OLMEDO
10.10.13
Utopía Gráfica


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El Monstruoso cotidiano está entre nosotros, seres sin rostro, sufrimiento, viajes con prisa pero sin llegar a nuevos lugares, encerrados en un ciclo que se repite de manera cotidiana, las máscaras implícitas y explícitas de la sociedad, es necesaria la visión de Antonio Domínguez para detenernos, ver lo que no queremos ver, lo que con facilidad nos disociamos con distractores propios de la modernidad-posmodernidad y al final entendernos a nosotros mismos mediante la empatía que tiene con la sociedad.

En la gráfica mexicana hay una vena de tratar temas sociales y abordarlos con una visión estética única, Antonio Domínguez desarrolla su trabajo con bajo la tesis anterior, en el cual hay una contraposición natural a lo improvisado, con una factura impecable su trabajo le permite abordar los temas con mayor contundencia.

En este caso la cotidianidad es abrumadora, gigantesca, horrorosa más en megalópolis como la Ciudad de México, siendo reflejado esto en la obra. El desgaste y enfrentamiento diario con una realidad nacional que en estos momentos no es el mejor escenario, una salida sería no hablar del tema y fugarse de la misma cotidianidad, pero Antonio hace lo contrario, confronta este Monstruoso Cotidiano, lo observa, lo disecciona, lo analiza y nos lo presenta de una manera cruda.

Dentro de esta cotidianidad es común el que todos portemos máscaras, algunas más genuinas que otras, que ocupamos de manera indiscriminada, pero que está detrás de estas, tal vez no queramos saber, tal vez nos invite a hacer esta reflexión la obra de Antonio Domínguez, una reflexión acerca de nuestra realidad y acerca de nosotros mismos, con metáforas visuales fuertes y una estética desarrollada gracias a años de trabajo constante.


Ramón González Valle
10 de octubre de 2013


Prensa:
http://allevents.in/mexico%20city/el-monstruoso-cotidiano/636216863085025