La escena de arte joven en Yucatán es ecléctica en sus búsquedas, en este momento no se trata de una ideología colectiva sino de búsquedas individuales, resolver discursos y comunicar de manera efectiva, en lugares donde les den espacio, sean oficiales o no. Esto da movilidad a los creadores a no casarse con la idea discriminatoria de donde se debe exhibir y donde no, hay más exposición de los artistas con la llegada de los medios electrónicos, con las redes sociales en específico. La validez en una ciudad como Mérida no la dan los lugares, ya que éstos no tienen una línea curatorial, sino la constancia de los creadores en su trabajo y la coherencia con el mismo.
Orlando Domínguez podría decirse que pertenece a esta generación de jóvenes, que aún tienen que probar su valía, pero trabaja para ello. En la presente exposición podemos ver que está en un proceso de búsqueda, y aborda varias temáticas con seriedad. Siempre es interesante ver los inicios de un artista, apostar por su trabajo y ver su crecimiento. Las exposiciones individuales desnudan al artista, pero también desnudan al público al interpretarlas. En esta su primer exposición individual nos muestra su proceso y a donde ha llegado, siendo su medio la pintura, la cual aún tiene mucho que decir.
Ramón González Valle
26 de noviembre de 2014
