Elecciones y Cultura en Mérida.
Ramón González Valle
25 de mayo de 2015
El esperar/escuchar propuestas culturales por parte del gobierno en época de elecciones significa dejar de pensar/actuar, es momento de pensar y actuar desde lo civil, sin importar que partido esté en el gobierno, el sistema de becas y apoyos en cierto sentido nos han vuelto inoperantes, en lugar de ser un apoyo y/o trabajo en conjunto. Las cosas se dejan de hacer si no hay permiso y/o dinero del gobierno y eso es patético. No estoy en contra de pedir apoyos, para eso están, estoy en contra de la dependencia cultural.
A pesar de haber personas que nos dedicamos a la cultura no tenemos las capacidad para organizarnos, y por lo tanto no hemos hecho una propuesta en cuanto a lo que queremos que haga la persona que quede a cargo. Se empiezan a barajar nombres de quien va a quedar en la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida según el partido, o si van ratificar al que se encuentra en el cargo, como una especie de espera para ver a quien se le hace la corte para obtener algo. Se esperan de manera pasiva los planes culturales de cada candidato, algunas personas acuden por curiosidad a oírlos, otros por un hueso.
Claro que todos los candidatos están a favor de la cultura, nunca en mi vida he escuchado o leído que alguno esté en contra, tienen una lista de propuestas y/o promesas, pero no tienen un plan en concreto de cómo llevar a cabo de manera efectiva, si fueran efectivos los gobernantes en su trabajo desde hace décadas estaríamos al más alto nivel en todo, pero no es así… Siempre se habla de construir, hacer, de lo nuevo, de estar a la vanguardia, pero no se habla de fortalecer infraestructuras, mejorar lo que hay, conservar, preservar, rehabilitar, documentar, de continuar lo positivo que hizo el anterior aunque sea de otro partido es por ello que los planes culturales duran un periodo de gobierno y se tiene que reiniciar, no hay un respeto por el pasado y mucho menos hay una visión de futuro.
Los eventos no son soluciones profundas, las soluciones de fondo radican en la educación y eso no es competencia de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, es competencia de la Secretaría de Educación Pública, es necesario que trabajen en conjunto para la difusión de la cultura de manera efectiva. Pero en cultura se piensa al revés, se cree que por un evento se crearán nuevos públicos, cuando es por un sistema educativo que se crean nuevos públicos y estos crearán y/o pedirán un evento de acuerdo a sus intereses. Ya padecemos de eventitis, se han presumido conciertos, exposiciones, ferias, etcétera, cuya calidad es pobre y se han vanagloriado por lo mínimo, pero cuya repercusión es simbólica y es cuestionable la cifra de las personas que acuden.
Hay una falta una profesionalización de la cultura en todos los sentidos, en un acto de coherencia si el gobierno invierte en la educación de diversos profesionales de la cultura, los cuales deberán contar con título y cédula, es a estos profesionales a los que se debería contratar, ya basta de personas improvisadas y de recomendados cuya área de estudio ni siquiera es afín con la cultura.
