3 nov 2017

Exposición individual Alejandro Komori: MOCIÓN EMOCIÓN

Exposición individual Alejandro Komori: MOCIÓN EMOCIÓN
Por Ramón González Valle
3 de noviembre de 2017

En la obra de Alejandro Komori expuesta la galería ubicada en el primer piso del Apapacho en parte hay una pequeña retrospectiva y también hay trabajos nuevos, hay una exploración de los materiales de representación, en los soportes (superficies) en dónde se pinta, hay un cuidado de la forma y una presencia lúdica en su creación, su interacción con la danza y el movimiento. Es refrescante ver una museografía no tradicional en cuanto a montaje y disposición de las obras, en la que hay un juego evidente con el espacio y lo aprovecha en cada momento, es un posicionamiento ante el espacio, la obra tiene una presencia ineludible y una fuerza que atrae la mirada. Antes de entrar a la primera sala hay un dibujo/pintura de gran formato en la que se juega con los materiales hay una malla de alambre conteniendo el movimiento en un momento, figuras definidas/indefinidas, en una clara experimentación de los materiales y de la forma En la primer sala hay dibujos en gran formato de personas danzando, cuerpos masculinos y femeninos en movimiento, donde hay presente una base de dibujo académico, ineludible, jugando con el mismo, jugando con el lenguaje del dibujo y de la danza. En la segunda sala hay obras con un carácter lúdico visual que sale de la mismas, el uso de cuerdas que son parte de las obras crea líneas de dinamismo y de tensión espacial más allá de la pintura. El “accidente” es parte de las mismas, un expresar mediante dominar el espacio.


Lugar: El Apapacho. Calle 62 #354 entre 41 y 43. Col. Centro. Mérida, Yucatán.

26 jul 2017

Entrevista por Katia Rejón a Ramón González Valle para Memorias de Nómada

La escena joven del arte yucateco: Entrevista a Ramón González Valle
19 de mayo de 2016


“Para mí, la generación de públicos se trata de educación. Los planes de estudio se deben modificar para que las nuevas generaciones valoren el arte”, escribió Ramón González en su página personal , en el 2013. Este sitio donde escribe sobre arte y exposiciones locales es de las pocas propuestas que existen en Mérida para leer e informarse de este tema en específico. Ramón también administra la página de Facebook “Artes visuales de la península” donde constantemente motiva el diálogo entre alumnos de arte, maestros, artistas e interesados en el tema. Ramón estudió Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (actual Facultad de Artes y Diseño de la UNAM), ha sido profesor de diseño, jurado en concursos afines, curador, museógrafo y expositor.
En el blog pueden encontrarse reflexiones acerca de la escena artística de la ciudad, ha dicho, por ejemplo, que Yucatán “tiene una micro-escena de artes visuales, las carreras a nivel licenciatura de artes visuales y casi todas las propuestas se sitúan en el centro de Mérida, ahí es donde se concentra la apropiación del espacio urbano, galerías y museos, un par de días bastan para recorrer todo”. A propósito de esta reflexión, le pregunto:
¿De qué manera influyeron las licenciaturas de Artes Visuales en la generación de nuevos artistas profesionales? ¿Se puede hablar de un antes y un después del surgimiento de las carreras en la UADY y la ESAY?
Con la creación de la licenciatura de Artes Visuales en la ESAY, ya que ésta fue primero, y tiempo después la UADY, se inicia una profesionalización en las artes visuales. Me atrevería a decir que es el hecho o fenómeno más importante en cuanto a las artes visuales en la Península de Yucatán de los últimos 50 años, si no es que más. Se abre la posibilidad de que las personas con la convicción verdadera de estudiar arte no emigren a otras partes a formarse. Había/hay un hambre enorme por aprender a un nivel formal, más allá de los talleres que se impartían/imparten en diferentes lados, ya sea casas de cultura, centros culturales o por parte de los artistas.
Ahora han pasado más de diez años de la fundación de ambas licenciaturas. En la Escuela Superior de Artes de Yucatán, el 25 de junio de 2004, y en la Universidad Autónoma de Yucatán, en 2005, se puede hacer un balance de los egresados. De ambas escuelas hay artistas que se podrían considerar emergentes en este momento. Una escuela es un punto de reunión de personas con condiciones y aspiraciones similares, el que entra a una escuela de arte es para tener una formación como artista en primer lugar. Al ser una carrera troncal también se forman profesionales de áreas afines: museógrafos, curadores, profesores de arte, etcétera. La principal responsabilidad de incidir de manera profesional en el entorno artístico es de las personas, de los estudiantes de arte, algunos realmente han asumido este compromiso, otros se pierden en el camino. Sí hay un después del surgimiento de ambas licenciaturas, se renovó la escena yucateca con artistas jóvenes, no tantos como marcaban las expectativas de cuando se fundaron las licenciaturas.
Hubo un choque entre los que defienden el arte tradicional con los jóvenes que hacían/hacen arte conceptual, en un entorno tradicional en términos generales. Aunque haya artistas que antes de la formación de estas escuelas abordaron el arte conceptual y existan jóvenes que hagan cosas tradicionales, el choque solo se dio en una vía, ante la falta de formación y conocimiento para el entendimiento de las manifestaciones artísticas. La descalificación fácil se esgrimió/esgrime hacia lo conceptual. De manera irónica el arte académico, de escuela, resultó ser más avanzado que lo que se hace de manera empírica. Ahora al parecer se ha estabilizado la escena y conviven diferentes manifestaciones al mismo tiempo en diferentes lugares.
¿Cuáles son los compromisos del artista con la sociedad, si es que consideras que los tiene?
Los mismos que cualquier ciudadano en un principio. El artista es un reflejo de su época en muchos sentidos, ya sea que denuncie, visibilice las problemáticas sociales. También es una evasión de las mismas problemáticas en su trabajo, disociándose de lo que pasa. En lo personal me inclino por aquellas obras en las cuales exista un compromiso social, pero también hay que conocer al autor  para que esta obra sea un reflejo de su pensar y hacer, que exista una congruencia y no un proyecto para colgarse de una situación para obtener cierto estatus.
¿La obra producida en Mérida es una reacción ante nuestro contexto, o cuáles son los temas que abordan?
Sí es una reacción a lo que pasa. Creo que hay mucha evasión de la realidad en la mayoría de los que producen obra, una especie de entretenimiento mezclado con decoración. Sí hay excepciones, no todo es gris, pero son la minoría.
¿Cuál es su opinión sobre el artista autodidacta, en qué se diferencia del artista académico? ¿Qué tiene uno que el otro no tenga?
Un artista académico, en términos ideales, debe tener una formación integral en cuanto a las artes visuales: un conjunto de conocimientos y habilidades especializados, capaz no solamente de generar una obra, también debe poder generar documentos teóricos de diversa índole, esto avalado por la institución en la cual estudió. Las tesis para titularse son prueba de los documentos que generan. Y un autodidacta no tiene estas curadurías y estructuras de conocimiento y hacer que dan la institución. La mayoría de los aportes escritos provienen de personas de la academia. El área apenas se está profesionalizando, esto significa que conviven autodidactas con personas avaladas por las instituciones, tal vez estemos en un falso debate de quiénes aportan más o quiénes aportan menos. Lo que es cierto es que mientras más personas preparadas y avaladas existan el entorno mejorará. Posiblemente haya una falta de experiencia por los que apenas acaban de salir de la academia, pero entre estos ya hay egresados con más de diez años de labor en el arte. Hay personas con lo mejor de ambos lados, así como también que alguien sea autodidacta o de academia no significa que sepan hacer las cosas.
¿El arte visual puede generar interacción social? ¿Cuál es el vínculo entre la obra y el espectador?
Sí puede generar una interacción social, hay una rama del arte conocida como artivismo, en la cual se conjugan el arte y el activismo. En esta área se involucra al espectador, y ya no es espectador solamente, es partícipe de la obra y de su creación.
Si gran parte de la población no conoce la narrativa o no está sensibilizada con el arte abstracto, ¿el artista debe hacer un arte más accesible o el público debe indagar y tratar por su cuenta de comprenderlo?
Es una responsabilidad compartida el sensibilizar al público en general, para todas las manifestaciones, no solo el arte abstracto. Lo ideal sería desde casa, en los diversos niveles educativos, en las galerías y museos y diversos espacios de exhibición. Y si el público coincide con el artista, a ésta pregunta debe poder responder la temática de su obra y significado. Y también el público tiene que tener la mente abierta, averiguar aquello que le cause dudas. El arte no se debe hacer más accesible, o fácil de digerir, para eso están las industrias del entretenimiento, es por ello que la parte didáctica de todos los involucrados en el proceso de apreciación del arte deben hacer su parte.
¿Qué opina de la afirmación que llevamos medio siglo atrasados en el arte?
Creo que es un desconocimiento de todo lo que se hace. Por una parte los mecanismos para difundir los eventos artísticos no son contundentes, si no eres parte de la escena en algún nivel no te enteras de nada. Y por otro lado el desinterés hacia la producción artística de los mismos creadores, produce frases como de que llevamos “medio siglo” de atraso, incluso cuando en la parte tecnológica ya han habido performances con mapping 3D y en donde hackean consolas de videojuegos para interactuar con gráficos. Lo que hace falta es madurar un discurso de índole conceptual, puesto que la escena es joven. Aún le falta la experiencia y vivencias para hacer un discurso complejo y sólido. También hace falta mejorar las infraestructuras para el arte, ya que Yucatán no tiene ningún Museo de Artes Visuales propiedad del estado a nivel municipal, estatal o federal, recordando que el Macay es una Asociación Civil.
¿El arte como disciplina en la educación básica y media superior cumple con las expectativas de formar seres humanos sensibles y empáticos; o considera que está basada en destrezas, alejada de modelos de pensamiento como dice Gimeno Sacristán?
No soy pedagogo, puedo hablar de mi experiencia personal: en la educación básica, primaria y secundaria el arte prácticamente no existe, fue hasta la Preparatoria (UNAM), que hay un interés por parte de la institución para la formación integral de las personas, y los profesores estaban comprometidos con ello. Hay talleres de pintura, escultura, dibujo, etcétera. Así que a nivel media superior la UNAM sí cumple con el modelo de Sacristán.
¿Cómo se podría evaluar la cultura desde otra perspectiva que no sea económica?
La cultura es tangible e intangible en muchos sentidos, se podría considerar una evaluación las reflexiones constantes en cuanto a ella, la crítica de arte y estudios de carácter antropológico, sociológico, político, etcétera, los diversos artículos de opinión. Se piensa y actúa en torno a ella de manera constante. La visión económica no está cerrada, pero habría que complementar con una visión humanitaria.
¿Contra que compite el arte?
En términos de audiencia, compite con la industria del entretenimiento, de lo fácil, de lo digerible, de la moda, esta industria es ineludible e invasiva, se encuentra en todos lados. El tener espacio y tiempo para el arte se ha convertido en un reto para la mayoría, incluso los que se dedican a él. En términos ideológicos contra un pensamiento homogeneizado neoliberal en el arte de lo que se debe de sentir, pensar y hacer, en cuanto a lo operativo del sistema.
Hay que tratar de ser honestos ante un sistema que premia lo cómodo, tanto público como las instituciones.
Publicada originalmente en la revista "Memorias de Nómada" el 19 de mayo de 2016: http://www.memoriasdenomada.com/la-escena-joven-del-arte-yucateco-entrevista-a-ramon-gonzalez-valle/


Texto de sala | Helymus: Exposición de juguetes personalizados

Helymus es el fruto del trabajo colectivo, en el cual hay retroalimentación constante por parte de los participantes. La temática y eje conceptual es partir del libro “El héroe de las mil caras” (1949) por Joseph Campbell, donde cada uno de los participantes en la presente muestra construyó un personaje, con diferentes puntos de inspiración y referencias, como plantea Nicolas Bourriaud, no se trata de hacer algo desde cero se trata de un proceso de post-producción, en el que se plantean cuestionamientos de que se puede hacer con lo ya hecho y lo ya dicho, insertase en momentos y temporalidades con una visión contemporánea desde un punto de vista y proceso del diseño actual.

A los munnys personalizados se les ha denominado con el nombre de art-toys (juguetes artísticos), pero estos a pesar de su carácter lúdico, son obras para la contemplación, en un momento donde la producción masiva es avasallante, el hacer lo contrario es un acto de resistencia, el apreciar el trabajo delicado artesanal, en este no hay la repetición fría de una serie de procesos industrializados, hoy en día son un área del diseño. La presente muestra son obras únicas y hay más de un mes trabajo en cada una de ellas.

La exposición está conformada por alumnos del cuarto semestre de la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual de la Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA), guiados por el diseñador/artista/geek Christian Pacheco, el cual los ha conducido en gran parte del camino y pulido para que tengan un conocimiento práctico del diseño, ya que el resultado es fruto de un trabajo planeado con una meta específica; solo me queda felicitar de corazón a cada uno de los participantes en este proceso continuo en el que inician.

Ramón González Valle
21 de mayo de 2017

Exposición colectiva Helymus
Inaugurada el 21 de mayo en el  Museo de la Ciudad de Mérida 

Exposición | Más allá de la memoria: Peter Kim en el Centro Cultural la Cúpula

Más allá de la memoria: Peter Kim en el Centro Cultural la Cúpula
Por Ramón González Valle
4 de mayo de 2017

La temática de la exposición toca un tema ríspido, difícil, hasta cierto grado olvidado de la memoria colectiva yucateca: la inmigración coreana. En 1905 con la llegada del buque SS Ilford con 1033 coreanos a bordo, la migración forzada hoy en día es un tema que nos aqueja y no se supera, la de los migrantes causados por la guerra. Con más de un siglo de distancia se plantea la reflexión de los coreanos llegados a Yucatán, que venían en busca de una mejor vida, como suele suceder con los éxodos forzados, las promesas de una situación mejor no fueron cumplidas, ya que fueron esclavizados por los hacendados yucatecos, que en ese momento también subyugaban a la población local. En definitiva, un capítulo negro en la historia yucateca.

Por ello, es necesaria la visión de Peter Kim, un artista coreano en Mérida, dado su interés y relación personal con la temática (vive y trabaja en Nueva York), su visión externa, de extranjero, del que no es de aquí para evidenciar lo obvio, lo tabú, lo que se sabe pero no se dice y que llega a olvidarse con el paso del tiempo, silencioso.

El mantener en la conciencia colectiva lo acontecido es uno de los aportes de la exposición. La muestra es el resultado de una residencia de un mes en el Centro Cultural la Cúpula, del 20 de marzo al 20 de abril de 2017, donde toda la obra fue hecha ex profeso para la misma.
La exposición tiene el dibujo y la gráfica como base de la construcción del discurso visual, el cual empieza con una pieza volumétrica verde construida con hilos/líneas verdes en un marco de herrería artística. En la siguiente sala hay 14 dibujos a blanco y negro de carácter figurativo, en los cuales hay personas trabajando en el campo de henequén; a continuación vemos una transición del dibujo a la pintura y comienzan a aparecer colores: azul, amarillo, verde y rosa.
Hay una instalación de un péndulo (esfera de metal) sobre piedras de río perfectamente alineadas y confinadas en un cuadrado, esta pieza es una especie de testigo del paso del tiempo, como metrónomo, quieta hasta ser activada; dentro de ella hay una pieza circular de piedra, tal vez ahí se encuentra una metáfora de que a pesar de que ya cambió la situación de los inmigrantes, en realidad sigue igual.

En la siguiente sala hay una construcción escultórica roja, cuyo marco estructural es lineal y justo enfrente, hay una pintura, la obra principal, confrontándonos en una especie de paradoja con los colores de Yucatán: sumamente hermosos, paradisíacos, envidiables, donde el desembarco de los coreanos se enseña con esperanzas y anhelos de una vida mejor, lejos de la guerra. Por otro lado, una estampa antes del destino trágico que les aguardaba en estas tierras, dónde serían esclavizados y aún no habían superado el dejar su patria, se evidencia al observar los rostros de cada uno de los personajes.

En la totalidad del recorrido de la muestra vemos cómo se construye el cuerpo de obra presentado en “Más allá de la memoria”, un discurso visual mediante el dibujo, el cual se materializa en una tridimensionalidad a manera de escultura/instalación en las ultimas salas, donde la temática es fuerte y actual, la de la migración forzada; en este caso, hay una relación personal de Peter Kim con la migración coreana en Yucatán por su origen, la cual nos brinda una sensibilidad y una reflexión acerca de lo ocurrido, en especial después de la integración de los migrantes que se quedaron con la población local. Ciertamente Yucatán es un estado idílico, muy colorido, pero el artista parece decirnos que, al mismo tiempo, no lo es. 

Publicado originalmente en la revista SOMA el 4 de mayo de 2017:
http://yucatancultura.com/noticias/peter-kim-en-galeria-la-cupula/

Exposición | Grado Cero: Emilio Said en Lux Perpetua

Grado Cero: Emilio Said en Lux Perpetua
Por Ramón González Valle
12 de abril de 2017

Grado cero es una exposición dual albergada en la galería Lux Perpetua Art Centre en la cual convergen las visiones de dos artistas: Gabriel Ramírez y Emilio Said. La exposición tiene un montaje en el cual se entremezclan los cuerpos de obra recientes de ambos autores, hay una armonía fina, un balance entre ambos y un diálogo de visiones. La exposición se divide en dos temporalidades, la planteada en la planta baja la cual conlleva obras de formato mayor y la del primer piso, una sala para obras de pequeño formato.

En el cuerpo de obra mostrado por Emilio Said se muestra la construcción de un lenguaje visual en el cual los elementos de ilación entre sus piezas arquitectónicas -él llama a su serie arquitectura molecular-, son una estructuración con geometrismo, en los cuales hay referencias a la arquitectura, a la diagramación y al diseño, en la que se nota una evolución constante: los espacios vacíos, ritmos contenidos, planeados e improvisados.

Hay un oficio evidente en su manufactura, una maestría visual la cual me remitió a una pieza de free jazz, donde alguien que domina su lenguaje e instrumento improvisan sobre el espacio temporal, vaya, una temporalidad visual; en este caso, la pintura y collage. Esta improvisación es el punto nodal con Ramírez. Said nos lleva a reflexiones internas con abstracciones, un diálogo no condescendiente, el cual reta al espectador a ver, a observar y a detenerse en los espacios para fluir con las líneas hacia a una introspección. Hay una claridad visual, en la cual es observable cada elemento de cada obra. Es en estas especificidades que construye un conjunto, donde si bien cada obra puede ser autocontenida, al verlas juntas resulta evidente que son parte de un todo.

La obra tangencial en la exposición es la pintura al óleo Arquitectura Molecular II, en la cual hay abstracciones orgánicas, fragmentaciones amorfas, contenidas, mezcladas con manchas azules en el fondo que evocan en cierto sentido al papel de grabado amarillento, lo cual me sirve como punto de encuentro con los collages del primer piso, donde hay áreas limítrofes entre la gráfica y la pintura, no compitiendo, sino trabajando en conjunto.Justo enfrente hay una propuesta diferente para abordar la arquitectura (Estudio arquitectónico I-IV), las cuales también son pinturas al óleo, en las que la gama cromática ocupada en las piezas coincide (en cierto sentido) con Arquitectura Molecular II, en el sentido de una aplicación distinta de la forma, con volúmenes geométricos.

En Ensayo Arquitectónico, al ser el soporte de aluminio existe una exploración de los materiales y sus reacciones; esta pieza tiene a mi parecer tres momentos: la atracción por lo plateado, la tranquilidad de una especie de diagramación de “fondo”, que no lo es sólo por fines prácticos y los volúmenes lineales con espacios negativos, vacíos. Leica es otra joya de la exposición, ya que además de ser la única elaborada con pintura automotriz horneada sobre aluminio también es la única figurativa; sin embargo, se mantiene un manejo de la forma como diagramación, tiene un manejo lúdico de ello, con líneas azules con círculos de diferentes colores señalando una silueta, con lo cual crea una composición equilibrada.

Por último, mencionaré uno de los 4 collages sobre papel de algodón que se encuentran en la parte de arriba, Manual simplified, con una limpieza visual, un manejo de los espacios negativos en los cuales, si bien hay elementos reconocibles de nuestra cotidianidad, se deben ver como ritmos y elementos compositivos, marcando momentos visuales. No menciono a propósito todas las piezas para no “quemar” o “spoilear” la exposición, pues en la obra de Said vemos una exploración de los materiales con la seriedad que ello conlleva y una experimentación conceptual del lenguaje pictórico y gráfico.

Publicada originalmente en la revista SOMA el 12 de abril de 2017: 
http://yucatancultura.com/artes-visuales/grado-cero-emilio-said/

Exposición | Contemporal, una retrospectiva del arte yucateco del siglo XXI

Contemporal, una retrospectiva del arte yucateco del siglo XXI
Por Ramón González Valle
19 de octubre de 2016

Contemporal es una exposición a la cual es indispensable acudir, curada o comisariada por el maestro Alberto Arceo, la razón de ello es un archivo abierto de lo acontecido en Yucatán del 2000 al 2016, no están todos los actores, ni todos los proyectos,  ni todos los colectivos y  ni todas galerías, pero los que se encuentran en la exposición son proyectos enfocados en las artes visuales de diferentes envergaduras, es decir hubo una curaduría de contenido y como resultado es una muestra significativa del acontecer del arte en Yucatán en los últimos 16 años.

Un reclamo de porque no está un proyecto si y otro no me resultaría estéril, lo importante es que se sienta un precedente ya que es la primera que abarca esta temporalidad en Yucatán, la sustenta una investigación y en caso de haber una segunda exposición podrían incluirse los proyectos omitidos, así que si saben de alguno relevante o importante y tienen documentación de ello les recomendaría ponerse en contacto con el curador de la misma. La exposición es el resultado de la investigación del Maestro Alberto Arceo y seleccionado del Fondo Municipal para las Artes Visuales 2016, por lo regular cuando una exposición es curada por alguien cuya formación es Historia del Arte, hay un cuidado especial en decir las cosas de manera correcta en un sentido histórico, en este caso fue así. La exposición es un archivo abierto mezclado con obra. La museografía es de ágil la lectura de la misma a pesar de la cantidad de información, cada proyecto tiene su propio lugar y están distribuidos a lo largo de las tres salas.

Al final del recorrido se siente una parte didáctica implícita en el acomodo de las obras y del archivo, hay una línea de tiempo y material de consulta del cual uno puede darse cuenta de si suceden cosas en Yucatán, y coexisten proyectos de distintos alcances, con diferentes maneras de producir, una diversidad en cuanto a discursos, de accionar, de ocupar los espacios y algunos de ellos han traspasado fronteras. La muestra no es de arte contemporáneo, es de una temporalidad, una contemporaneidad de la escena yucateca, de los diferentes partícipes del arte que se encuentran en Yucatán y sus proyectos, de los alcances que han tenido a nivel local, nacional e internacional.

Es necesario el visitar en varias ocasiones para digerir la cantidad de información de la misma. Mi primer lectura es; No hay una escena consolidada, es una microescena centralizada la mayoría de sus proyectos en Mérida, y hay varios esfuerzos enfocados en las artes visuales. Hacen falta más proyectos expositivos respaldados con una investigación y revisión histórica elaborada por un experto en el área. Lo cual debería ser el común, que las exposiciones tengan a un curador responsable de la misma y no la excepción. El resultado de tener un curador es que hay una profesionalización de lo que se expone y se le eleva el nivel de lo mostrado.

Curador: Alberto Arceo Escalante

Duración: Del 7 de Octubre al 20 de diciembre.

Sede: Centro Cultural de Mérida Olimpo.

Publicada originalmente en la revista SOMA el 19 de octubre de 2016:
http://yucatancultura.com/artes-visuales/contemporal-una-retrospectiva-de-arte-yucateco-del-siglo-xxi/

Exposición | David Sierra y sus "Bisnes de la Guerra"

David Sierra y sus "Bisnes de la Guerra"
Por Ramón González Valle
14 de septiembre de 2016

En un momento donde la mayoría de los artistas locales se dedica a temáticas en las cuales hay una evasión de la realidad o temas triviales. Es significativo cuando un artista toca un tema que no es fácil de digerir o complaciente. David Sierra nos muestra una serie de obras cada una con una fuerza interior, pero que en conjunto nos llevan a reflexiones acerca de nuestra contemporaneidad y la relación de la guerra con los negocios, del libre mercado neoliberal que envenena todo… No son imágenes complacientes para decorar un espacio.

En México nos encontramos en guerra contra el narcotráfico desde el periodo de Felipe Calderón, obviamente los perdedores de esta guerra somos los civiles, los ganadores aquellos que hacen “bisnes”. A algunos les podemos poner nombre y apellido, otros son corporaciones anónimas con dueños que se ocultan tras el capital financiero y humano.
Sierra nos invita a pensar, nos muestra imágenes poderosas en un mundo de imágenes digitales desechables por el acelerado consumo cultural y la erosión acelerada de ideas por su sobreexposición, el arte objetual se vuelve documento histórico en nuestra contemporaneidad.

Es justamente eso el cuerpo de obra de Sierra, además de los valores artísticos intrínsecos y extrínsecos que posee, es un reflejo de una realidad la cual no es ajena, es propia por humanidad. Una lectura no digerida, hay que poner atención a cada una de las piezas de la exposición, a las cédulas con reflexiones y a todo en su conjunto.

Si bien la curaduría es correcta en el aspecto de elegir a David Sierra para exponer en el Macay puesto que es un artista con obra compleja y que no busca complacer, no es fácil de digerir, y tampoco puede ser ocupada como decoración de oficina. Contiene obras como el “Tirahule cash”, el cual es una talla en madera pintada, con hule, metal, plástico, cuero; o sus dibujos “Rostros selectos del facebook”, donde reutiliza papel o el mantel pintado con acrílico en una obra de la serie los “Bisnes de la Guerra”.

Hay collages bidimensionales y tridimensionales, jugando con estas dimensiones y mezclándolas. Las pinturas poseen estridencia en la paleta de colores. Hay una serie de rupturas de manera formal con lo que se produce en Yucatán, consigo mismo, y hay un desenfado lúdico en la experimentación.

En lo que falla la curaduría es al no hacer una selección de obra para el espacio, una de las consecuencias de ello es que hay momentos en donde hay demasiadas piezas, lo cual impide por su cercanía las unas con las otras el apreciar correctamente cada una de ellas; a veces las esculturas se interponen entre los cuadros que se encuentran en los muros, sin una razón en específico para esa decisión. Con menos cantidad de obra se hubiera podido dirigir/hacer un guión museográfico más agradable para el espectador.

Si bien hay un discurso contundente por el tipo de piezas, no se pudo lograr un posicionamiento claro por parte de la museografía para la organización de las mismas. En resumen el montaje es deficiente al no ocupar el espacio de manera correcta; es decir, se queda en algo intermedio, en la indefinición. Por último los invito a visitar la muestra, pues en términos profesionales, es significativo y necesario acudir al Macay a ver la obra de Sierra. Vale la vena verla y que hablemos acerca de ella.

Título de la exposición: Bisnes de la Guerra.

Artista: David Sierra.

Inauguración: 29 de julio de 2016 (tres meses de exhibición).

Sede: Museo Fernando García Ponce – MACAY (Pasaje de la Revolución entre 58 y 60. Centro, Mérida).

Publicado originalmente en la revista SOMA el 14 de septiembre de 2016:
http://yucatancultura.com/artes-visuales/david-sierra-y-los-bisnes-de-la-guerra/

Artes Visuales en Yucatán: Reventar la burbuja

Artes Visuales en Yucatán: Reventar la Burbuja
Por Ramón González Valle
4 de agosto de 2016


Un manifiesto de intenciones

En Yucatán hay una cultura de la cobardía, donde se opina a espaldas de la persona, hay descalificaciones ad hominem y se inventan chismes, y/o se hacen comentarios “irreverentes” en las redes sociales, pero de ahí no pasa. Infiero que hay un silencio por miedo a ser excluido de exposiciones o concursos locales, lo que pareciera revelar que su mundo es muy chico, pues no se dan cuenta de que pueden exponer fuera del estado.

Hasta el momento no hay ningún egresado de las carreras de artes visuales que haga el ejercicio de la crítica. Hace años dije en el extinto blog de Ex-Gráfica que no había crítica de artes visuales en Yucatán, acepto mi error y mi opinión ha cambiado ahora que tenemos actores en la opinión pública que escriben sobre lo que acontece en cuanto a artes visuales: Jorge Cortés Ancona, María Teresa Mézquita, Alberto Arceo, Gerardo Martínez y Ricardo E. Tatto. Sin embargo, aunque existe crítica y análisis aún no es contundente al ser una lectura de nicho, únicamente tomada en cuenta por los interesados sin redundar en la opinión pública.

En lo personal, la crítica que he realizado en su mayor parte es una crítica al sistema de artes en Yucatán y a los que forman parte de dichas políticas culturales. No me interesa la vida privada de los que conforman la escena cultural, me interesa su trabajo, la crítica de las cualidades y calidades. Este es un posicionamiento que señala las fallas del sistema pero aunque cambien los protagonistas, siguen incurriendo en las mismas situaciones. Como ejemplo pongo el Centro de Artes Visuales de Yucatán inaugurado en la administración de Alfredo Cruz, cuyo sucesor fue May Tilán y actualmente Pedro Ac Tacú, pero a pesar de la alternancia siguen habiendo carencias similares en el lugar desde que se inauguró: las salas aún no son adecuadas al no estar acondicionadas para la exposición de obra; no tienen lockers, ni cámaras de seguridad, tampoco la temperatura requerida, iluminación especializada, etc.

Una de las funciones de la crítica es visibilizar los problemas para que las personas responsables los solucionen. Hay gente ingenua que tiene la creencia de que la función de la crítica es solucionar las cosas, pero no lo es, si bien puede plantear soluciones, teniendo en cuenta que ya hay funcionarios y empleados encargados de ello -a los cuales se les paga de nuestros impuestos-. Por ello a la par de criticar, se debe exigir.

En Soma, Arte y Cultura, empezaré haciendo crítica de las exposiciones, la cual considero que es una tarea que he estado eludiendo -al igual que muchos-; hay que hablar de autores, de obras y de exposiciones. Ahí está lo importante, el reflejo del trabajo de los artistas: hay que mostrar y analizar las propuestas interesantes y entrarle al toro por los cuernos cuando no haya calidad en lo mostrado, pues ya hemos caído como escena local en la autocomplacencia, una burbuja la cual hay que reventar dándole un certero pinchazo.

Publicado originalmente en la revista SOMA el 4 de agosto de 2016:
http://yucatancultura.com/artes-visuales/reventar-la-burbuja/

Reflexiones sobre la crítica de arte

Reflexiones sobre la crítica de arte
Por Ramón González Valle
30 de junio de 2016

Debemos comenzar desde el principio: la crítica de arte es una práctica en la cual existe la construcción de un argumento que analiza desde todos los ángulos posibles una obra, una exposición o el cuerpo de obra de un artista. Se trata de hablar del trabajo de un artista y sus alcances. Dentro de sus tareas también está cuestionar al sistema de artes tanto privado como público y sus interrelaciones, sus implicaciones políticas y el momento coyuntural según el contexto del que se trate.

La persona que ejerce la crítica ama el arte; es por ello que es alguien que ha estudiado el área, que constantemente se está informando y educando al respecto, conoce de su escena local, sabe quiénes son los artistas, grupos, colectivos, asociaciones civiles, espacios y eventos, pero también se entera de lo que se hace a nivel nacional e internacional.

Al elegir la temática de lo que se va a criticar, también entra el factor de lo irrazonable, tiene que ser algo que mueva al que esgrime la crítica en algún sentido, que sea importante para el que escribe, ya que lo visibiliza, lo registra para ser consultado después. Y al mismo tiempo debe ser objetiva en la medida de lo posible; es decir, tiene que nombrar las cualidades, las fallas y todos los tonos entre ambos, tratando de que sea por encima de los gustos personales.

Asimismo conlleva juicios de valor intrínsecos, ya que cualifica y califica. Pero es desde el conocimiento y la información que se realiza dicho juicio,  ya que hay diferentes métodos que se emplean para el análisis de obra, los cuales se ajustan a cada manifestación artística. Por ejemplo, no se critica una pintura como si fuese una escultura, ya que incluso dentro de la pintura hay géneros: no se critica de igual manera una pintura abstracta que una figurativa.

También en la crítica entran otros factores, como el dónde se exhibe, la curaduría, la trayectoria del curador, la museografía, la trayectoria del museógrafo, el momento político, el contexto económico, si es un artista que cuenta con trayectoria o si es emergente, etc. Es decir, se pueden tomar en cuenta uno, todos o relacionar algunos de los factores del contexto o solamente centrarse en la obra en sí misma.

Por último, si algo debe ser -y hacer- la crítica es una invitación a las personas que la leen para que salgan de sus casas y vayan a los lugares de exhibición, de tal manera que puedan formar y emitir su propio juicio. No es una obligación estar de acuerdo con la crítica especializada, simplemente es un punto de inicio. La crítica siempre debe ser honesta, y aunque se equivoque, debe ser un error honesto.

Publicado originalmente el 30 de junio de 2016 en la revista SOMA:
http://yucatancultura.com/artes-visuales/reflexiones-sobre-la-critica-de-arte/

2 mar 2017

Artes Visuales | Impasse

Artes Visuales | Impasse
Por Ramón González Valle.


Llegamos a un punto muerto, tenemos una escena estancada en sus usos y costumbres. A pesar de la renovación, en cierto sentido con la apertura de dos escuelas de arte las cuales en diez años no han podido solucionar el tener una infraestructura adecuada y una bienal nacional la cual se exhibe por costumbre en un lugar semiabandonado. No se modificó la estructura física, práctica, teórica, política para tener cabida a una escena de artes visuales. Hay esfuerzos encomiables individuales y colectivos, no hay que minimizarlos, y sí, hay cada vez más gente con una necesidad de aprender/aprehender arte. Pero al ir a lugares oficiales y ver lo exhibido, es fácil dilucidar que hay una simulación mediática de ser una capital cultural, la cual ni siquiera tiene un mercado autosustentable del arte, la mayoría de su propio bolsillo y por otros medios financia las exposiciones y creación de obra. Mérida no es referente a nivel nacional, menos mundial de exhibiciones de artes visuales, es más muchas exposiciones pasan sin pena ni gloria a nivel local. Si hay exposiciones de todas las calidades, pero por la conformación del sistema oficial no hay un registro adecuado, una buena promoción, la prensa no les da cabida a todas, es decir no se hace historia, se hace un anecdotario. Si no me equivoco, solo Frontground y el Macay procuran registrar lo acontecido en sus espacios, pero no son sitios que pertenezcan a algún nivel de gobierno.


Entonces tenemos una contradicción al haber gente con un entusiasmo honesto por el arte y un sistema que no reacciona a este interés más allá de la fachada. Se pueden presumir muchos datos de asistentes pero sin estar a la altura que se presume.


Los que rompen con este sistema de artes visuales optan por tomar Mérida como una base de operaciones y/o salir a otras latitudes. Aquí hay un impasse.

Mérida, Yucatán, México. Jueves, 2 de marzo de 2017.