Ramón González Valle
16 de septiembre de 2015
La idea de profesionalizar las artes existe desde la Nueva España, lo pueden leer en el libro "La Enseñanza del Arte" coordinado por Aurelio de los Reyes, si bien hay garbanzos de a libra, la profesionalización significa tener conocimientos base en común que después cada autor desarrollará según sus intereses. Las personas autodidactas por generalidad suelen desarrollar el hacer, pero en el aspecto teórico es donde fallan ya sea para sustentar su obra o analizar la de otras áreas, es por eso que no entienden mucho del arte actual, incluso ni lo intentan y hay una negación del mismo como una especie de defensa. El conocimiento académico no es sinónimo de un arte estéril o sin sentimientos, o maquilado u homogeneizado, si revisan la historia del arte en México la mayoría de los grandes artistas estudiaron en San Carlos, ahora Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, o en La Esmeralda a cargo del INBA. Las academias de arte no solo forman a artistas, también forman muchos trabajadores del arte, curadores, museógrafos, profesores del área, y es por ello en un acto de coherencia que el gobierno en las áreas de artes visuales contrate a gente que haya estudiado las mismas, ya que invierte en su educación mediante los impuestos de todos los mexicanos.
Obviamente el asistir a una escuela de arte no es garantía del que estudia se dedique al arte, el tener título y cédula establece un precedente de que posee los conocimientos y hay una institución que avala esto, la academia funciona como filtro donde egresan personas a las cuales se les enseñó, no todos los que entran concluyen sus estudios, la responsabilidad de ejercer de manera profesional es individual.
Pongamos el ejemplo de cuando a alguien le duele "la panza", se automedica si se alivia ahí termina su tratamiento, si sigue el dolor le pide ayuda a alguien de su entorno, mamá, pareja, amigos, después a un curandero u homeópata y al último, que puede ser semanas después, al médico que es el primero que se debe consultar, si así somos con la salud no es de sorprender que suceda en artes. Cuando no hay filtro, ni crítica y todo lo que se expone está bien, se llega a pensar que no es necesario los profesionales del arte, además de la dependencia a lo que suceda en política y que los dirigentes impuestos en instituciones tienen una idea amateur de las artes, lo que no nos damos cuenta es que llevan años enfermas las instituciones donde se exhibe arte y se automedican cada periodo de cambio político. La razón porque no se dan cuenta es que nadie se los ha dicho y si se los dicen no les duele lo suficiente para solucionarlo, y no entiendo que no haya convocatorias para puestos de oposición cuando se abre la plaza para un trabajo en esos lugares, el dedazo nos ha estancado, no es de sorprender que pongan algún recomendado solo a razón de su "buen gusto", eso ya no es suficiente, lo que se expone carece de línea curatorial en estos lugares, porque para ellos curaduría es llenar la agenda, con recomendados, a capricho y por último el que pida el espacio. En caso de tener contratada gente para esa áreas no dejan trabajar a los profesionales, piden tiempos ilógicos, para estos dirigentes el trabajo de curaduría y museografía es montar una exposición en un día, cuando la planeación de una exposición es un trabajo interdisciplinario entre curadores y museógrafos, el cual puede llevar meses y/o años de planeación.
La parte comercial, en este sistema donde no hay un mercado de arte, y cada autor vende lo que hace como mejor lo puede hacer, ahí si nos falta tomar cursos e investigar de mercadotecnia y publicidad, y de derechos de autor, además de crear comunidad para defendernos a nosotros mismos.
