19 jun 2013

Cultura | Artes Visuales | Hablando de patrocinios


Cultura | Artes Visuales | Hablando de patrocinios
Por Ramón González Valle
11 de octubre de 2010

¿Existen en Yucatán patrocinios Institucionales y discrecionales para la promoción individual de artistas que viajan y exponen en el extranjero? Sí existen estos patrocinios. Sin embargo, hay artistas que deciden participar con su dinero en esos eventos internacionales: Bienales, concursos, exposiciones, etcétera. Pero hay otros artistas que participan en este tipo de eventos con recursos públicos, y por eso hay que plantearse una serie de preguntas. ¿Por qué esos artistas son beneficiados con promoción y dinero público para sus gastos? ¿Es necesario pagarles el viaje para estos eventos? ¿Cuánto dinero han gastado en su momento el Ayuntamiento de Mérida y al parecer también el Instituto de Cultura de Yucatán (ICY) en los artistas promovidos? ¿Al patrocinarlos con el erario público qué beneficios reales trae a la cultura de Yucatán? ¿Estos artistas realmente representan a Yucatán o representan sus intereses particulares?

En el caso de las bienales, existen las de convocatoria abierta, en las que no se “compra” la participación y hay una selección rigurosa de obra y, gracias a esta selección, tienen algunas de estas bienales y salones de artes visuales un gran prestigio. En este tipo de eventos no hay necesidad de que los artistas viajen; la obra es la que viaja. Es decir, además de la obra los gastos que se generan sólo son los de envío. En caso de ganar hay premios de carácter económico. Como ejemplos: la Bienal de Pintura Rufino Tamayo en México, la Internacional Small Engraving Salon en Rumania, la misma Bienal de Yucatán de convocatoria nacional, o las también internacionales Bienal iberoamericana de Grabado y Obra Gráfica en España o el premio La Joven Estampa de Cuba por citar algunas.

En el caso de la de Florencia, donde hubo artistas yucatecos que participaron y viajaron el año pasado, allí “se compra” esta participación y, además, estas personas recibieron apoyo institucional. En este caso se pagó parte de los gastos derivados del viaje o de la bienal en cuestión con dinero público. Además, ¿con qué argumento este grupo de artistas se promovieron y fueron promovidos como representantes del arte yucateco? La bienal de Florencia opera del siguiente modo: los organizadores, de una manera abierta emiten una invitación a una gran cantidad de artistas. Así que los que fueron no representan a todos los que fueron invitados y dudo que al Estado de Yucatán. La razón básica por la cual no participan todos los artistas invitados es por falta de recursos; sólo aquellos con recursos e interés participarán, sí pueden pagar la convocatoria y los gastos que se generen. ¿Por qué se pagó la participación de estos artistas en esta bienal y su viaje, si hay bienales donde sólo se requiere el envío de obra? Además, viajó con estos artistas el entonces Alcalde (¿y acaso alguien más?) de la ciudad de Mérida, suponemos que con dinero de su peculio. En todo caso, ¿será necesaria tal parafernalia de viaje con todo y alcalde para “legitimar” una simple operación comercial de promoción personal?

Los artistas beneficiados al parecer pertenecen al lugar común de la gente que juega a la política con la clase gobernante, además de que algunos de ellos ya poseen recursos propios; sus méritos artísticos son innegables pero no son los únicos a quienes invitaron los organizadores europeos.

Al ser dinero público, para un apoyo debería haber más transparencia, ya sea avisando a todos los artistas invitados a estos eventos, que se va a otorgar “n” cantidad de apoyos, de cuánto dinero constan estos apoyos y bajo qué restricciones serán otorgados.

Ahora, ¿qué beneficios reales trae a la cultura de Yucatán el beneficiar a un grupo selecto que se promueve como si fueran los únicos invitados? Posiblemente habrá un crecimiento de estos artistas, pero no deja de ser una posibilidad; lo que es una seguridad es que ellos regresarán con historias anecdóticas para sus amigos y el periódico, ya nadie los criticará, se convertirán en “maestros”, se cotizarán mejor y no pasará de ahí, tristemente.

¿No sería mejor apostar por proyectos culturales constantes, que generan obra, exposiciones y participaciones a eventos internacionales en lugar de actos de promoción individual que poseen un carácter efímero?

En otro orden de ideas, es encomiable que particulares y la iniciativa privada otorguen patrocinios a exposiciones y proyectos culturales. Lo normal en el caso de las exposiciones es expresar un agradecimiento en la hoja de sala, en la página internet y en entrevistas por el patrocinio, con el logo del que patrocina en invitación, catálogo, volantes, anuncios impresos y en la página oficial de la exposición. Lo que me parece grave es que se haya pintado en más de una ocasión el nombre del patrocinador en las paredes del Centro de Artes Visuales y en la Galería del Teatro Peón Contreras, que son edificios públicos y recintos culturales. ¡¿Quién autorizó que en edificios de carácter histórico y patrimonio cultural de Yucatán se pinten con una marca en sus interiores?! No son espacios para promoción de productos; son espacios culturales y el hacer esto demerita el espacio en sí.

Invitó a la reflexión de lo anterior planteado y no solo a la mera justificación obligada. Aún faltan más aspectos por comentar.

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